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Recuperación o División. Usted decide

Por Jon y Jolene Hamill

Lamplighter Ministries
Correo electrónico: lamplighterjon@earthlink.net

Hace poco compartí un llamamiento del Señor a "caer de cara" esta época, en adoración y arrepentimiento. Muchas voces proféticas en el cuerpo de Cristo han estado anunciando también este llamamiento: que las decisiones hechas durante esta época son muy significativas para determinar nuestro futuro, y si no caemos de cara podríamos caer de espaldas con unas repercusiones importantes y tal vez de largo plazo.

La semana pasada, el Señor nos dio a Jolene y a mí una imagen bastante seria acerca de la diferencia entre caer de cara y caer de espaldas. A través de este caminar de revelación, el Señor nos mostró que en esta época muchos elegirán entre la división y la recuperación. Antes de compartir con ustedes esta advertencia, dejen que les aclare que la voluntad de Dios es de impulsarnos a una nueva época de recuperación.

ENTENDIMIENTO DE LA RECUPERACIÓN

La definición de la recuperación nos describe bien lo que quiere dar el Señor. La recuperación es "la acción de recobrar algo o preservar algo perdido o que corre peligro de perderse".

En asuntos legales, recuperar es "compensación… por un derecho obtenido como resultado de la sentencia formal de un juez". Amados, nuestro Juez Justo anhela colocarnos en posición de recibir compensación legal por lo que nos ha robado el enemigo. El juicio formal ya fue llevado a cabo por el Padre cuando Su Hijo fue sacrificado por nuestro pecado.

¿Cómo nos colocamos en posición? Por medio de la vulnerabilidad del arrepentimiento y la súplica, o sea, cayendo de cara.

En términos del deporte de remo, la recuperación se define como "la parte de la palada cuando el filo del remo está fuera del agua y el remador está poniéndose en posición para el siguiente golpe de pala". Tal vez usted sienta que el ritmo de su caminar se ha frenado. ¡Esta podría ser en realidad una señal de recuperación! Cristo el Patrón le está colocando en posición para un gran avance. Apóyese en Él, ya que Él está a punto de dar el siguiente golpe de pala.

Las dos varas

Hace unas semanas, mientras ayudaba a dirigir una asamblea solemne en nuestra congregación local, sentí que debía traer unos objetos conmemorativos que el Señor le había dado a Jolene unos años atrás. No tenía gran aspecto en aquel entornes, eran solamente dos varas y un jarrón rojo.

Pero lo que aquellas dos varas representaban para nosotros era algo enorme. Años antes de conocernos, mientras Jolene caminaba por el bosque, el Espíritu Santo le atrajo a estas varas. El Señor le dio el pasaje de Ezequiel 37 en que, tras soplar los vientos del despertar que resucitó a un ejército muerto, Dios le dijo al profeta que tomara dos varas en la mano.

"Hijo de hombre, toma una vara y escribe sobre ella: Para Judá y sus aliados los israelitas. Luego toma otra vara y escribe: Para José, vara de Efraín, y todos sus aliados los israelitas. Júntalas, la una con la otra, de modo que formen una sola vara en tu mano." -- Ezequiel 37:16-17

Por medio de la unión de estas dos varas, Dios profetizó acerca de unir otra vez Israel y Judá. Prometió recuperar un reino dividido de la continuación de las consecuencias de su idolatría, aborto y otros pecados (ver Ezequiel 37:22-23).

El norte se unió al sur. Una administración sobrenatural. La unción de José. Unidas en alabanza profética. La adoración unida a la intercesión. Esposo con esposa... y tierra dividida y recuperada como heredad del pacto como nación bajo Dios.

La reconciliación y la restauración, liberación de la división, y las dos varas unidas: esto es lo que el Señor desea ser para nosotros. ¡Qué lección práctica acerca de la oración!

Así que cuando nos dejamos olvidadas las dos varas en el santuario después de la asamblea, confiábamos en que estarían seguras. No hay que ser profético para imaginar lo que ocurrió después. Cuando regresamos por fin al santuario a recuperar nuestro recordatorio del pacto, se confirmaron nuestros peores temores. Cuando limpiaron el santuario, alguien tiró las varas a la basura. Sólo dejaron el jarrón.

A través de este proceso, el Señor nos dio una advertencia pertinente para compartir con el cuerpo de Cristo en más lugares. Pero antes de mencionar las implicaciones a mayor escala, primero tengo que abordar mi propio descuido. Las varas, que normalmente guardamos en nuestra sala de oración en casa, faltaban desde hacía una semana. Pero aun así ni siquiera me había dado cuenta de que no estaban.

Señal de advertencia

Tras el descubrimiento de la desaparición de las varas pasamos una larga noche. Jolene lloró porque las varas que ella tantas veces había sostenido cerca de su corazón mientras oraba (por sí misma, por nuestra familia, nuestra iglesia, nuestra nación) ya no estaban. Yo lloré porque temía que la pérdida de estas varas era una señal de advertencia que el cuerpo de Cristo en muchos lugares se enfrentaba a un ataque de división y que se habían desechado las armas que el Señor nos había confiado como bendiciones.

Jolene sintió inicialmente que era una advertencia distinta, y compartió una sugestión bondadosa pero firme de no apresurarnos a sacar conclusiones. Entonces vino el nuevo día y aquel domingo dio la casualidad que sus lecturas a través de la Biblia aquel domingo consistían en varias escrituras acerca de las señales de advertencia del Señor, o sea, las expresiones proféticas que comunican las advertencias de Dios a Su pueblo.

Esta es la advertencia: en esta época el enemigo ha estado lanzando asaltos dirigidos a traer división en el cuerpo de Cristo. Una de sus principales tácticas es persuadir al pueblo de Dios que deseche los preciosos dones que les había dado en anteriores épocas de su caminar.

Satanás quiere que usted aborte su promesa por medio de invalidar su herencia. Y lo que es peor, ¡él quiere que sea usted quien tome esta decisión! Ya sea su don un llamado al ministerio, una herencia, un matrimonio, un amigo/a íntimo, o un bebé que está por nacer... no permita que el enemigo le persuada de sabotear la bendición de pacto que Jesucristo le ha confiado a usted, ya que si lo hace le estará traicionando a Él.

Amado, esta advertencia está especialmente dirigida a los líderes de ministerio. ¿Dónde están sus dos varas? Recuerde que son más valiosas que el jarrón. En otras palabras, asegúrese de no menospreciar, desechar o traicionar las relaciones de pacto y las promesas que te ha dado Dios. Guárdese de hacer concesiones, de ser negligente y de tener auto compasión. Recuerde que la mentalidad de víctima le da validez a las concesiones y muchas veces produce el sabotaje.

Excava, hijo... ¡excava!

Tras recibir la advertencia el domingo por la mañana, Jolene y yo entramos pesarosos al santuario. Normalmente me entusiasma compartir revelaciones del Señor con mis amigos en la iglesia, pero esta vez estaba intentando desesperadamente evitar las conversaciones (excepto para preguntar si alguien había visto dos varas).

Alguien sugirió que las buscásemos en las bolsas de basura que llenaban el contenedor detrás de nuestra iglesia. A lo mejor todavía no habían venido los basureros a recoger la basura...

Nos pusimos inmediatamente manos a la obra. Esa bella mañana dominical, escarbamos por la basura , y entre los pañuelos de papel, alambres, cajas y latas de refresco, ¡por fin encontramos las dos varas!!

La recuperación de la herencia del pacto

Por favor, no se aparte de esta imagen. Para recuperar su herencia de pacto debe hurgar en algunos lugares difíciles. Esto es algo que hizo David. En el Salmo 132, se lamentaba de buscar en campos lejanos para recuperar el Arca del Pacto. ¡Imaginen que el Arca estaba fuera de vista, tirada en un campo!

En esta temporada de trillar, el Señor también quiere lanzar una gran campaña de recuperación. Insisto en que el Señor ha traído a Su cuerpo en arrepentimiento a una época de recuperación de la herencia del pacto. Las varas de usted podrían estar en la basura o incluso en un campo lejano. Pida al Señor que le guíe en una estrategia de recuperación. No evite los lugares duros ni las preguntas difíciles. Esto puede significar división o recuperación.

Cuando al profeta Eliseo le pidieron que ayudara a recuperar el filo de un hacha, les respondió a sus amigos con una pregunta que Dios le hace a Su cuerpo en esta época: "¿Dónde cayó?". El primer paso hacia la recuperación es una respuesta honesta.

Es interesante que el profeta lanzara entonces una vara al agua y entonces el filo del hacha flotó a la superficie. Siento proféticamente que el Señor está recobrando Sus varas ahora para recuperar simultáneamente los filos de hachas de poder que han caído en temporadas anteriores. Al conquistar la división, y restaurar la herencia del pacto, busquen la reaparición de las herramientas eléctricas (instrumentos de poder), las herramientas de construcción, herramientas de cosechar y las armas de guerra que se le habían perdido anteriormente al cuerpo de Cristo.

Por Jon y Jolene Hamill
Lamplighter Ministries
Email: lamplighterjon@earthlink.net

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